viernes, 19 de agosto de 2011

Lucis.

Por cada dos pasitos avanzados, nacidos de ochenta caídas, rabietas, gritos, lloros y discursos. Por todas las agujetas en los gemelos, por la frustración y el sentimiento de no poder llegar a hacerlo. Por el miedo al vaso, al paso, al fracaso. Por las lágrimas vertidas al ver que, gracias a cierta personita que vino, lo habíamos logrado.

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