lunes, 26 de septiembre de 2011

Perdu.

Hablemos de dejar de perder los nervios cuando algo que a priori parecía comprensible termina siendo el peor de los rompecabezas haciendo a su vez que una mente que parecía hasta ahora brillante haga ‘crack’ en menos de lo que canta un gallo... y en menos que coges tus llaves y llamas a mi puerta, con un cepillo de dientes y una muda limpia bajo los brazos.
Y es que lo cierto es que así quiero que sea en estos momentos. Rápido. Efectivo. Emotivo, verdadero, mordaz y sobretodo muy, pero que muy directo. Estoy aburrido de preámbulos y de andar siempre perdido. Hablemos de darle al on, qué demonios. Y adelante.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Ad hoc.

Presente en todos y cada uno de nuestros actos pero dominado por tan pocos...
Cuando mil miradas llevan a la locura, cuando comprendemos el sentido de tener una razón para vivir... Podemos tener mil y una razones para vivir, pero ¿qué ocurre cuando tu vida cobra sentido al enfocar todo tu ser en alguien?
Hay tantas reacciones... hay quienes se obsesionan hasta enfermar, hay quienes mueren sin haberlo olido, y se van, sintiendo que han vivido en vano. Sea cual sea su reacción, nadie, jamás, ha podido comprar nada semejante a ello. Miles de amantes se han estrujado el cerebro pero finalmente, todos llegan a una conclusión: Es tan hermoso como destructivo.
Se han realizado tantas y tantas locuras en nombre del amor en un intento inútil, quizá, de encontrarle explicación y poder así revelar uno de los mayores secretos que nos acechan... Pero, ¿y si...hubiera para él una definición distinta en cada corazón? ¿Y si del mismo modo que intentamos buscarle explicación...ésta llegara por sí sola mediante su experimentación?

Nos.

Aquel día salió sin peinar. Aquel día se levantó sin mirarse al espejo y logró aprobar su imagen sin poner reparos en nada de lo que veía.  Aquel día, se puso su ropa favorita, aquella que jamás se atrevía a ponerse y decidió comerse el mundo en menos de 24 horas.
Aquel día el aire parecía oler a algo diferente, la gente no parecía ser tan hostil como lo había parecido hasta entonces y haberse preocupado por parecerse a ellos le parecía absurdo. Por lo tanto, se dio cuenta que no debía fijarse en su parecer. Aquel día tomarse un helado de chocolate y vivir para contarlo sin complejos le supuso todo un logro heroico. Le importaba lo que pasaba en todas partes, desde una mosca a la que se le arrebataba la vida de un manotazo hasta un niño en Somalia desnutrido.
Aquel día comenzó a actuar como un ser humano y no como una copia barata de la gente de anuncio. Aquel día, cometió el mayor error de su vida, pero sí el error más humano que había cometido hasta entonces: Había decidido abandonarse al hecho de que debía vivir errando, lejos de la perfección que tanto había ansiado.

Logicae.

Llevo cavilándolo toda la mañana, y he llegado a la conclusión de que el amor reside en la mente, no en el corazón. No puedo asimilar el hecho de que un órgano que se limita a bombear y limpiar la sangre de nuestro cuerpo continuamente sea también capaz de atesorar todo el amor que podemos ser capaces de sentir. Que sea capaz de hacer un hueco a todo el que llegue, de memorizar todos los daños causados, de ayudarte a tomar las decisiones más importantes…
Estoy completamente seguro de que lo hace la mente. Sí, es más creíble, además de más inteligente y la veo más capacitada para semejante encomendación. Más resuelta, con más espacio y posee mayor capacidad de almacenamiento, no se puede comparar ni siquiera al disco duro de un ordenador.
Me ha convencido, el amor reside en la mente, por lo tanto, si quiero olvidar a alguien no tengo más que resetear el disco, y hacer hueco ahí para alguien más… Pero, entonces, si reside en la mente, y es todo tan fácil, ¿por qué siento que una fuerza desmedida me aprisiona el pecho?

sábado, 10 de septiembre de 2011

Ludare.

Cuando te hartas de oír aquello de ''Ey, pequeño, la vida es corta y solamente tenemos una, aprovéchala al máximo''. Y tú coges y empiezas a bebértelo todo. Miles de días de fiesta se quedan cortos para ti. Te olvidas de religiones, prejuicios, horarios y decides comenzar a vivir solo por placer. Te olvidas de la preocupación, el miedo, de la nostalgia, del amor absurdo de telenovela. Y te olvidas de tener cuidado también... hasta que te das cuenta de que es demasiado tarde. Has pasado tantísimo tiempo intentando follarte la vida que olvidaste cómo se hacía el amor.
Y es cuándo sientes que ésa sí que ha sido una gran pérdida de tiempo.